Traumatólogos alicantinos operan con células madre a cien pacientes para evitar las prótesis
Artrosis Tratamiento. Casas americanas se interesan por la nueva técnica diseñada hace cuatro años por el Hospital General de la capital, que ha demostrado que regenera el cartílago en jóvenes y mayores
Traumatólogos alicantinos han conseguido regenerar el cartílago en rodilla con una técnica que han diseñado, basada en células madre, y que permite que pacientes jóvenes y deportistas tengan la misma calidad de vida que antes de la lesión (sin incapacidades, inflamaciones y dolores), y en algunos casos de personas mayores evita la utilización de prótesis.
Después de cuatro años de estudio y desarrollo de este método pionero, la Unidad de Rodilla del Hospital General de Alicante -dirigida por el doctor Simón Campos- ha confirmado que este tratamiento permite la regeneración y ya hay casas americanas interesadas en importar el modelo debido a que este tipo de lesiones es muy frecuente entre la población.
La unidad ha tratado a más de un centenar de pacientes con células madre mesenquimales -las más primitivas del organismo- del interior del fémur. Antes probaron con las células madre de la cresta iliaca, un hueso situado en la zona de la cadera, pero eran de poca cantidad y calidad. «Sabíamos que éste camino podía ser una solución mejor a lo que teníamos y ahora lo podemos confirmar con datos», que ya han sido publicados en revistas científicas nacionales e inglesas.
La técnica está destinada a dos perfiles: gente joven o de mediana edad, que sufre una lesión del cartílago por traumatismos deportivos o, por ejemplo, accidentes laborales, entre otras causas; y para determinadas personas mayores se evita la prótesis que hasta ahora era su única solución.
Se recuperan antes
En un 80%-90% de los jóvenes se ha logrado la regeneración completa del cartílago hialino (con el que se nace) y en los mayores con artrosis tratamiento moderada -en este caso hay un filtro para su inclusión- se ha conseguido que personas cercanas a los 65 años recuperen su funcionalidad anterior y sin necesidad de una prótesis. El tiempo de recuperación se ha recortado en dos meses.
La técnica se realiza mediante una intervención con anestesia locoregional, no se necesita una cirugía abierta de rodilla, lo que permite mejorar el cuadro clínico y evitar secuelas en pacientes jóvenes así como mejorar considerablemente la intensidad de dolor en artrosis.
El tratamiento consiste en una artroscopia con aspiración de las células madre adultas del interior del fémur. «Debemos hacer artroscópicamente gestos quirúrgicos sobre las lesiones de los cartílagos para luego concentrar las células madre con factores de crecimiento plaquetaria y colocarlas en la zona del defecto», explica el especialista.
Es decir, mediante la técnica de la artroscopia y en el mismo quirófano se hace un proceso de ultraconcentración de las células madre para tener una mayor cantidad y se implantan en la zona dañada del cartílago de la rodilla. El proceso dura media hora, además, es económico y permite reducir el alto coste que suponen las prótesis, una operación compleja, que no está exenta de complicaciones. «Esto es el presente y el futuro; pienso que en una década no tendremos esta gran prevalencia actual de enfermos para poner prótesis de rodilla», vaticina el especialista, quien añade que al año en el Hospital de Alicante se ponen 200 prótesis, pero la demanda sube a las 800.
Traumatólogos alicantinos han conseguido regenerar el cartílago en rodilla con una técnica que han diseñado, basada en células madre, y que permite que pacientes jóvenes y deportistas tengan la misma calidad de vida que antes de la lesión (sin incapacidades, inflamaciones y dolores), y en algunos casos de personas mayores evita la utilización de prótesis.
Después de cuatro años de estudio y desarrollo de este método pionero, la Unidad de Rodilla del Hospital General de Alicante -dirigida por el doctor Simón Campos- ha confirmado que este tratamiento permite la regeneración y ya hay casas americanas interesadas en importar el modelo debido a que este tipo de lesiones es muy frecuente entre la población.
La unidad ha tratado a más de un centenar de pacientes con células madre mesenquimales -las más primitivas del organismo- del interior del fémur. Antes probaron con las células madre de la cresta iliaca, un hueso situado en la zona de la cadera, pero eran de poca cantidad y calidad. «Sabíamos que éste camino podía ser una solución mejor a lo que teníamos y ahora lo podemos confirmar con datos», que ya han sido publicados en revistas científicas nacionales e inglesas.
La técnica está destinada a dos perfiles: gente joven o de mediana edad, que sufre una lesión del cartílago por traumatismos deportivos o, por ejemplo, accidentes laborales, entre otras causas; y para determinadas personas mayores se evita la prótesis que hasta ahora era su única solución.
Se recuperan antes
En un 80%-90% de los jóvenes se ha logrado la regeneración completa del cartílago hialino (con el que se nace) y en los mayores con artrosis tratamiento moderada -en este caso hay un filtro para su inclusión- se ha conseguido que personas cercanas a los 65 años recuperen su funcionalidad anterior y sin necesidad de una prótesis. El tiempo de recuperación se ha recortado en dos meses.
La técnica se realiza mediante una intervención con anestesia locoregional, no se necesita una cirugía abierta de rodilla, lo que permite mejorar el cuadro clínico y evitar secuelas en pacientes jóvenes así como mejorar considerablemente la intensidad de dolor en artrosis.
El tratamiento consiste en una artroscopia con aspiración de las células madre adultas del interior del fémur. «Debemos hacer artroscópicamente gestos quirúrgicos sobre las lesiones de los cartílagos para luego concentrar las células madre con factores de crecimiento plaquetaria y colocarlas en la zona del defecto», explica el especialista.
Es decir, mediante la técnica de la artroscopia y en el mismo quirófano se hace un proceso de ultraconcentración de las células madre para tener una mayor cantidad y se implantan en la zona dañada del cartílago de la rodilla. El proceso dura media hora, además, es económico y permite reducir el alto coste que suponen las prótesis, una operación compleja, que no está exenta de complicaciones. «Esto es el presente y el futuro; pienso que en una década no tendremos esta gran prevalencia actual de enfermos para poner prótesis de rodilla», vaticina el especialista, quien añade que al año en el Hospital de Alicante se ponen 200 prótesis, pero la demanda sube a las 800.