Los pacientes renuncian a reclamar las operaciones
El Salud paga si la demora supera los seis meses pero el proceso es complejo
El largo y complejo proceso, la obligación de adelantar el dinero y la inseguridad en el reintegro provocan la renuncia masiva a presentar reclamaciones por una demora excesiva para realizar una operación.
Una persona que lleve más de seis meses esperando una intervención de prótesis de cadera o rodilla o de cataratas puede requerir el tratamiento en cualquier centro sanitario público o privado de su elección de todo el país y el Salud está obligado al pago de los gastos derivados de la intervención. Así lo expone, desde hace una década, el decreto sobre garantía de plazo en la atención quirúrgica en el Sistema de Salud de Aragón.
Las intervenciones sometidas a este control y por las que el Salud está obligado a responder incluyen cirugía cardiaca --valvular y coronaria--, con plazos de seis semanas a seis meses en función de la prioridad, neoplasias de mama, útero, laringe, próstata, colon y recto y végija --estas operaciones han de hacerse antes de un mes--, cataratas (las operaciones con prioridad alta han de hacerse antes de un mes, las de prioridad media antes de 90 días y medio año para las de baja) y artrosis de cadera y rodilla --de 30 días a seis meses--.
Según fuentes consultadas por este diario, Aragón incumple "en más del doble" el plazo máximo establecido para las intervenciones oftalmológicas y las prótesis, lo que habilita al paciente a solicitar ser operado en cualquier otro sitio y obliga al Salud a asumir el gasto salvo que "la intervención quirúrgica se realice por facultativos pertenecientes al Sistema de Salud de Aragón, con independencia de que tengan o no concedida la compatibilidad para el ejercicio privado" y en los casos de intervenciones "distintas a la que originó su inscripción en el Registro de Demanda Quirúrgica del Sistema de Salud de Aragón".
Sin embargo, fuentes sanitarias aseguran que esta opción apenas es utilizada por los pacientes. "El Salud apenas asume un 40% del coste total, por lo que la gente renuncia, primero, a adelantar el dinero y, además, no sabe cuánto y cómo cobrará después por lo que muy pocos se lo pagan y luego reclaman ese dinero al Salud". Además, el proceso establecido para el reintegro es "un laberinto" y la reclamación pasa por Atención al Paciente, la dirección provincial o el servicio de gestión.