Artrosis cervical - Inicia una huelga de hambre para denunciar el desamparo de los 3 millones de personas sin recursos

Artrosis cervical - Inicia una huelga de hambre para denunciar el desamparo de los 3 millones de personas sin recursos

Una ilicitana en paro, enferma y sin poder costearse los medicamentos acampa   también frente al Ayuntamiento y reclama una «subsistencia digna»

Bienve Gil tiene 45 años, vive sola, es asmática «estado 4 persistente y severa», presenta trombofilia, fibromialgia y esteanosis hepática. Además tiene una rectificación de la lordosis fisiológica cervical con disco artrosis cervical. Por todo ello precisa medicarse con cortisona, antiinflamatorios, duloxetina y parches de morfina. Asimismo, precisa de un nebulizador eléctrico.

La cuestión es cómo pagarse los fármacos, cómo abonar las facturas del hogar y cómo salir adelante cuando se está en situación de desempleo, a punto de que la compañía eléctrica le corte la luz y con una Administración que, según su experiencia, le dice más o menos que «vuelva usted mañana».

Ante este panorama y tras pensárselo mucho «porque pierdes tu dignidad y tu autoestima», ayer a las 10 de la mañana esta ilicitana decidió iniciar una huelga de hambre que no sabe adónde le llevará, además de permanecer acampada 24 horas frente al Ayuntamiento. De este modo, de forma involuntaria, se convierte de paso en «compañera» de Guadalupe Herrerías, otra ilicitana que lleva también a cabo una acampada intermitente en este mismo punto, en este caso porque en septiembre será desahuciada de su casa junto a sus dos hijos menores, uno de ellos con una discapacidad del 38%.

Afrontar lo básico
«El motivo por el que decido ponerme en huelga es para exigir que todas las personas tenemos derecho a una subsistencia digna y solicito para todos los desempleados que no cobran nada, cerca de 3 millones, una prestación mientras no se tenga trabajo, que nos permita, al menos, lo básico: comida, alojamiento, luz, agua...», explica esta mujer, sin hijos, sin esperanza, sin ayudas desde el pasado mes de septiembre.

«Solicité la renta garantizada, me concedieron el año pasado 6 meses de ayuda y se me acabó en septiembre. Volví al trabajador social y me dijo que para volver a renovar la ayuda tenía que esperarme a enero de 2014. En esa fecha vuelvo a ir y me la renueva otra trabajadora social distinta y me dice que no tenía que haber esperado tanto tiempo porque así van a tardar más en concedérmela. Hoy –por ayer– aún no he recibido ninguna contestación», indica esta afectada.

Acompañada de una pequeña mesa reivindicativa y con distintos medicamentos en ella, Bienve agrega que en su centro de salud no le dan los medicamentos, «que tengo que pagarlos porque yo no he cotizado, así que no tengo derecho a ningún medicamento gratis».

Además de reclamar como es lógico un trabajo, también pide a los colectivos que apoyen su causa y la de otros 3 millones de personas, «algunas de las cuales terminan por suicidarse» ante la desesperación .
«Sobrevivo porque me ayudan mis amigas, una hermana, y mi padre cuando puede me manda algo, Pero ya llevan varios años haciéndolo y ya está bien», expresa. Su reivindicación comenzó ayer y espera que al menos esto pueda contribuir a cambiar las cosas.